La Costa del Sol ha experimentado una transformación radical en su posicionamiento turístico durante los últimos años. Lo que tradicionalmente se conocía como el paraíso del sol y playa mediterráneo, hoy se ha consolidado como uno de los destinos gastronómicos más relevantes de Europa. Este fenómeno no es casual: detrás del éxito se encuentra una estrategia de marketing gastronómico meticulosamente planificada que está revolucionando la industria turística de la región.
La evolución estratégica: de destino de sol a capital gastronómica
El marketing gastronómico en la Costa del Sol ha dejado de ser un complemento turístico para convertirse en el motor principal de atracción de visitantes de alto poder adquisitivo, señala la agencia de publicidad en Marbella Leovel. La región malagueña ha comprendido que la gastronomía no solo alimenta el cuerpo, sino que crea experiencias memorables que fidelizan turistas y generan un impacto económico sostenible.
Este cambio de paradigma responde a las nuevas tendencias del turismo global. Los viajeros actuales buscan autenticidad, experiencias únicas y conexión con la cultura local. La gastronomía cumple todos estos requisitos simultáneamente, permitiendo a los visitantes sumergirse en la identidad de un territorio a través de sus sabores, productos y tradiciones culinarias.
La marca Sabor a Málaga se ha consolidado como el paraguas bajo el cual se unifican los productos de máxima calidad de la provincia. Esta estrategia de branding territorial facilita la identificación de productos autóctonos por parte del consumidor y refuerza la imagen de calidad y autenticidad que busca proyectar el destino.
El poder de las estrellas Michelin como herramienta de marketing
Uno de los indicadores más evidentes del éxito del marketing gastronómico en la Costa del Sol es la proliferación de restaurantes galardonados con estrellas Michelin. La provincia de Málaga cuenta actualmente con nueve restaurantes estrellados que se han convertido en verdaderos embajadores del territorio.
Marbella lidera esta revolución culinaria con cinco estrellas Michelin distribuidas en cuatro establecimientos. El restaurante Skina, con sus dos estrellas, representa la cúspide de la alta cocina en la zona. Bajo la dirección de Marcos Granda y con Mario Cachinero al frente de los fogones, Skina ofrece una reinterpretación contemporánea de la cocina andaluza que utiliza ingredientes locales y de temporada.
El mismo Marcos Granda ha ampliado su imperio gastronómico con Nintai, un restaurante japonés de una estrella que limita su capacidad a doce comensales alrededor de una barra, creando una experiencia íntima y exclusiva que ha capturado la atención de los gourmets más exigentes.
Back, liderado por el chef David Olivas junto al sumiller Fabián Villar, obtuvo su primera estrella Michelin en 2023 y representa la nueva generación de chefs que fusionan la cocina tradicional andaluza con técnicas contemporáneas. Messina, con Mauricio Giovanini y Pía Ninci al frente, mantiene su estrella desde 2016 ofreciendo una cocina de vanguardia mediterránea con influencias libanesas y latinoamericanas.
En Ronda, Bardal brilla con dos estrellas Michelin bajo la batuta del chef Benito Gómez. Este establecimiento ha sabido capitalizar su ubicación privilegiada cerca del Tajo de Ronda para ofrecer una experiencia gastronómica que combina paisaje espectacular con sabores reconocibles que enlazan con la tradición local.
La capital malagueña no se queda atrás. El restaurante José Carlos García, ubicado en el Puerto de Málaga, mantiene su estrella ofreciendo un menú degustación que celebra los sabores locales, con especial protagonismo para pescados como la quisquilla, el salmonete y la lubina. Kaleja, del chef Dani Carnero, obtuvo su primera estrella en 2022 con una propuesta basada en la cocina de brasas y largas cocciones que rescata sabores tradicionales desde una perspectiva contemporánea.
La incorporación más reciente al firmamento estelar malagueño es Blossom, que recibió su primera estrella Michelin en noviembre de 2024. Situado en el corazón del centro histórico de Málaga y liderado por el chef Emi Schobert, este pequeño y acogedor local ofrece cocina de fusión con platos frescos que emocionan al comensal.
En Fuengirola, Sollo destaca bajo la dirección de Diego Gallegos, conocido como el chef del caviar por su trabajo de investigación en la recuperación del esturión andaluz. Su propuesta, que no utiliza más de tres ingredientes por plato, obtuvo además una Estrella Verde Michelin en 2021 por su compromiso con la gastronomía sostenible.
Estos galardones no son solo reconocimientos a la excelencia culinaria: son potentes herramientas de marketing que posicionan a la Costa del Sol en el mapa gastronómico mundial. Cada estrella Michelin multiplica la visibilidad internacional del destino y atrae a un segmento de turistas dispuestos a invertir significativamente en experiencias gastronómicas de calidad.
Estrategias de promoción institucional: Turismo Costa del Sol lidera el cambio
La entidad Turismo Costa del Sol ha demostrado una visión estratégica clara al convertir la gastronomía en uno de los pilares fundamentales de su política de promoción turística. Durante 2025, ha desarrollado una agenda ambiciosa de acciones tanto en el mercado nacional como internacional, con la gastronomía como eje vertebrador.
Antonio Díaz, director gerente de Turismo Costa del Sol, lo expresa con claridad: «La gastronomía es una de nuestras identidades más potentes y un elemento diferenciador para el visitante que busca calidad, autenticidad y experiencias memorables». Esta declaración resume la filosofía que guía las acciones promocionales de la entidad.
La participación de Sabor a Málaga en el Salón H&T con 40 productores locales ejemplifica el enfoque integral de la estrategia. No se trata solo de promocionar restaurantes de alta gama, sino de poner en valor toda la cadena productiva, desde los agricultores y ganaderos locales hasta los chefs que transforman esas materias primas en creaciones culinarias excepcionales.
Las acciones promocionales se han extendido a las principales ciudades españolas. En Madrid, Turismo Costa del Sol y el Málaga Convention Bureau organizaron una experiencia liderada por el chef Dani García, un tres estrellas Michelin que actúa como embajador de la gastronomía malagueña. Estas experiencias no son simples cenas: son presentaciones estratégicas del destino que conjugan alta cocina con narrativa territorial.
Barcelona ha sido otro escenario clave, donde agencias de viajes de alto poder adquisitivo han participado en cenas sensoriales diseñadas para mostrar la versatilidad de la gastronomía malagueña como argumento de venta turística. Esta estrategia B2B resulta fundamental para asegurar que los prescriptores turísticos incorporen la oferta gastronómica en sus paquetes y recomendaciones.
Las jornadas profesionales realizadas en Valencia y Zaragoza, así como la participación en la feria B-Travel de Barcelona, han permitido establecer relaciones directas con turoperadores y agencias de viajes, posicionando la Costa del Sol como destino preferente no solo para vacaciones de verano, sino como territorio gastronómico de primer nivel.
La apuesta por el segmento MICE (Meetings, Incentives, Conferences and Exhibitions) representa otra línea estratégica relevante. Las cumbres culinarias celebradas en Barcelona han consolidado a la Costa del Sol como referente para la organización de eventos corporativos con alto componente gourmet, un nicho de mercado especialmente lucrativo y desestacionalizador.
Marketing de contenidos: storytelling gastronómico que emociona
El marketing gastronómico contemporáneo va mucho más allá de la promoción tradicional. Se trata de construir narrativas que conecten emocionalmente con los potenciales visitantes. La Costa del Sol ha comprendido perfectamente este principio y lo ha incorporado en sus estrategias de comunicación.
La serie de videos promocionales «Imagínate», presentada por el chef Miguel Herrera en colaboración con Sabor a Málaga, ejemplifica esta tendencia. Herrera, embajador de la Gastronomía Responsable, no solo muestra platos: cuenta historias sobre los productores locales, las tradiciones culinarias y el compromiso con la sostenibilidad. Esta aproximación humaniza la oferta gastronómica y la hace más relevante y atractiva para audiencias conscientes y exigentes.
El storytelling gastronómico permite vincular los productos locales con el territorio, la historia y las personas que los elaboran. Un espeto de sardinas en la playa no es simplemente comida: es la conexión con una tradición centenaria de pescadores malagueños. El vino dulce de Málaga no es solo una bebida: es el legado de siglos de viticultura en un clima único.
Las redes sociales se han convertido en aliados fundamentales de esta estrategia narrativa. Las imágenes de platos cuidadosamente elaborados, los videos de procesos culinarios y las historias de chefs y productores generan contenido compartible que amplifica exponencialmente el alcance de las campañas promocionales.
La Asociación para la Promoción Turística de la Axarquía ha adoptado estrategias de marketing digital especialmente innovadoras. Los Fam Trips con blogueros e influencers especializados en turismo gastronómico generan contenido auténtico y de alto impacto que llega directamente a audiencias cualificadas. Esta colaboración con creadores de contenido aprovecha su credibilidad y alcance para posicionar la comarca como destino gastronómico los 365 días del año.
Productos autóctonos como diferenciadores competitivos
La estrategia de marketing gastronómico de la Costa del Sol pone especial énfasis en la promoción de productos locales que funcionan como elementos diferenciadores frente a otros destinos competidores. Este enfoque responde a la tendencia global hacia el consumo de productos de proximidad y la valoración de la autenticidad.
La uva pasa moscatel de la Axarquía es uno de estos productos estrella. Este fruto deshidratado mediante un proceso tradicional en paseros representa la conexión entre agricultura, paisaje y gastronomía. Su promoción no solo genera valor económico para los productores locales, sino que crea una narrativa única vinculada al territorio.
El aceite de oliva virgen extra de las denominaciones de origen malagueñas constituye otro pilar de la identidad gastronómica regional. Los olivares centenarios del interior de la provincia producen aceites de calidad excepcional que compiten en los mercados internacionales más exigentes y que se han convertido en embajadores silenciosos del territorio.
El vino de Málaga, especialmente los dulces elaborados con variedades Pedro Ximénez y Moscatel, representa una tradición vitivinícola milenaria que ha sabido adaptarse a los gustos contemporáneos sin perder su esencia. Las denominaciones de origen D.O. Málaga y D.O. Sierras de Málaga protegen y promueven estos caldos que maridían perfectamente con la gastronomía local.
Los pescados y mariscos de la costa malagueña, como el boquerón victoriano, la quisquilla o el salmonete, protagonizan platos tradicionales como la fritura malagueña o el espeto de sardinas, que se han convertido en iconos gastronómicos con potente capacidad de atracción turística.
La promoción de estos productos autóctonos no solo preserva la biodiversidad y las tradiciones agrícolas locales, sino que crea economías circulares que benefician a toda la cadena de valor. Los restaurantes que incorporan ingredientes locales fortalecen su conexión con el territorio y ofrecen experiencias más auténticas a los comensales.
El turismo MICE y la gastronomía como argumento de venta
El segmento de turismo MICE representa una oportunidad estratégica para la desestacionalización y la captación de clientes de alto valor. La Costa del Sol ha identificado la gastronomía como elemento diferenciador clave para competir en este mercado especializado.
El Málaga Convention Bureau trabaja en sinergia con Turismo Costa del Sol para promocionar la oferta gastronómica del destino ante organizadores de eventos corporativos. La estrategia consiste en presentar la gastronomía no como un servicio complementario, sino como un componente central de la experiencia que puede marcar la diferencia entre elegir la Costa del Sol u otro destino competidor.
Las experiencias gastronómicas exclusivas para agencias premium y profesionales del turismo MICE han resultado especialmente efectivas. Estas vivencias permiten a los prescriptores experimentar de primera mano la calidad y diversidad de la oferta culinaria malagueña, facilitando que posteriormente la incorporen en sus propuestas a clientes corporativos.
Los eventos con componente gourmet, que combinan reuniones de negocios con experiencias culinarias memorables, representan un nicho de mercado en crecimiento. La Costa del Sol dispone de la infraestructura hotelera, los espacios de eventos y, sobre todo, la oferta gastronómica necesaria para posicionarse como líder en este segmento.
La flexibilidad y capacidad de personalización de las experiencias gastronómicas resulta fundamental. Desde catas de vinos en bodegas históricas hasta showcookings con chefs estrellados, pasando por rutas gastronómicas que combinan cultura, paisaje y gastronomía, la oferta se adapta a las necesidades específicas de cada grupo corporativo.
Sostenibilidad y gastronomía: un tándem ganador
La tendencia hacia la sostenibilidad ha permeado todas las esferas del turismo, y la gastronomía no es una excepción. La Costa del Sol ha comprendido que el compromiso con prácticas sostenibles no solo es éticamente correcto, sino que además representa una ventaja competitiva en un mercado cada vez más consciente.
Diego Gallegos y su restaurante Sollo son pioneros en esta filosofía. Su estrella verde Michelin reconoce el trabajo de investigación en la recuperación del esturión andaluz y la producción sostenible de caviar. El compromiso de Sollo va más allá: el 90 por ciento de las materias primas utilizadas provienen de sus propios recursos, minimizando la huella de carbono y garantizando trazabilidad absoluta.
La tendencia kilómetro cero se ha consolidado en toda la Costa del Sol. Los restaurantes, desde los más humildes chiringuitos hasta los establecimientos estrellados, incorporan productos locales y de temporada como diferencial competitivo. Esta práctica fortalece la economía local, garantiza frescura máxima y reduce el impacto ambiental del transporte de alimentos.
Los consumidores, especialmente los pertenecientes a las generaciones millennial y Z, valoran positivamente este compromiso y están dispuestos a pagar precios superiores por experiencias gastronómicas sostenibles. Esta disposición a pagar más convierte la sostenibilidad en una inversión rentable a medio y largo plazo.
El marketing gastronómico sostenible comunica no solo lo que se come, sino cómo se produce, quién lo produce y qué impacto tiene esa producción en el medio ambiente y las comunidades locales. Esta transparencia genera confianza y fidelización entre los consumidores más conscientes.
Digitalización y tecnología al servicio del marketing gastronómico
La transformación digital ha revolucionado las estrategias de marketing gastronómico en la Costa del Sol. Las nuevas tecnologías permiten alcanzar audiencias globales, personalizar mensajes y medir resultados con precisión sin precedentes.
Las plataformas de reservas online han democratizado el acceso a los restaurantes más exclusivos. Los sistemas de gestión integrados permiten a los establecimientos optimizar operaciones, gestionar reservas eficientemente y recopilar datos valiosos sobre preferencias y comportamientos de los comensales.
La aplicación Gecor, promovida por la Mancomunidad de la Axarquía, ejemplifica el uso de tecnología para promocionar el destino gastronómico. Esta app no solo muestra atractivos turísticos, sino que integra toda la oferta de restauración y hostelería registrada, facilitando que los visitantes descubran y accedan a experiencias gastronómicas de calidad.
Los códigos QR vinculados a rutas gastronómicas premiadas con la Q Calidad Turística permiten a los visitantes acceder instantáneamente a información detallada, itinerarios recomendados y establecimientos participantes. Esta tecnología simple pero efectiva mejora significativamente la experiencia del usuario.
Las redes sociales, especialmente Instagram, TikTok y YouTube, se han convertido en canales fundamentales para el marketing gastronómico. El contenido visual de alta calidad, los videos de procesos culinarios y las colaboraciones con influencers gastronómicos generan engagement y conversión de manera extraordinariamente eficiente.
La analítica de datos permite a los restaurantes y entidades promocionales comprender mejor a sus audiencias, identificar tendencias emergentes y ajustar estrategias en tiempo real. Esta capacidad de adaptación resulta fundamental en un mercado tan dinámico como el gastronómico.
El papel de los chefs como embajadores del destino
Los chefs se han convertido en figuras mediáticas cuya influencia trasciende sus cocinas. La Costa del Sol ha capitalizado esta tendencia incorporando a sus chefs más destacados como embajadores del destino en campañas promocionales nacionales e internacionales.
Dani García, con sus tres estrellas Michelin, representa la cúspide de esta estrategia. Su participación en eventos promocionales en Madrid aporta credibilidad, visibilidad mediática y capacidad de atracción inmediata. Su presencia garantiza cobertura en medios especializados y generalistas, multiplicando exponencialmente el impacto de las campañas.
Miguel Herrera, como presentador de la serie «Imagínate», aporta una dimensión adicional: la de chef comprometido con la sostenibilidad, la cocina tradicional y el desarrollo social. Su perfil resuena especialmente con audiencias conscientes que valoran no solo la excelencia culinaria, sino también el compromiso ético de los profesionales.
Benito Gómez, Mario Cachinero, Mauricio Giovanini, David Olivas y Diego Gallegos, entre otros, conforman un ecosistema de talento culinario excepcional que posiciona a la Costa del Sol como destino de primer nivel para los amantes de la gastronomía. Sus trayectorias, premios y reconocimientos funcionan como argumentos de autoridad que validan la calidad de la oferta gastronómica regional.
La colaboración entre estos chefs, más allá de la competencia natural, fortalece la marca colectiva Costa del Sol Gastronómica. Los proyectos colaborativos, las apariciones conjuntas en eventos y la defensa compartida de los productos locales crean sinergias que benefician a todo el ecosistema gastronómico.
Rutas gastronómicas: experiencias integrales que venden territorio
Las rutas gastronómicas representan una evolución del marketing gastronómico tradicional. No se trata solo de visitar restaurantes, sino de crear itinerarios que integren gastronomía, cultura, paisaje y tradición en experiencias holísticas que maximizan el valor percibido y la satisfacción del visitante.
La Axarquía Costa del Sol ha desarrollado cinco rutas premiadas con la Q Calidad Turística que combinan visitas a productores locales, bodegas, restaurantes tradicionales y paisajes espectaculares. Estas rutas están diseñadas para ofrecer experiencias diversificadas que satisfagan diferentes perfiles de viajeros.
Las rutas del vino de Málaga conectan las bodegas históricas de la comarca de la Axarquía con experiencias de enoturismo que incluyen catas, visitas a viñedos y maridajes gastronómicos. El moscatel, variedad emblemática de la región, protagoniza muchas de estas experiencias, permitiendo a los visitantes comprender la relación entre clima, suelo y características organolépticas del vino.
La ruta de la pasa moscatel combina elementos agrícolas, paisajísticos y gastronómicos. Los visitantes pueden observar los paseros tradicionales donde se deshidratan las uvas, visitar explotaciones familiares y degustar productos elaborados con este ingrediente único. Esta experiencia conecta directamente con la tendencia hacia la autenticidad y el turismo experiencial.
Las rutas del interior de la provincia combinan gastronomía con patrimonio cultural y natural. Pueblos blancos como Ronda, con su espectacular Tajo y su restaurante Bardal, o Frigiliana, considerado uno de los pueblos más bonitos de España, ofrecen experiencias que trascienden lo puramente culinario para convertirse en vivencias integrales.
La comercialización de estas rutas se realiza tanto a través de canales directos como mediante colaboraciones con turoperadores especializados. La flexibilidad de las propuestas permite adaptarlas a diferentes duraciones, presupuestos y preferencias, maximizando su atractivo para diversos segmentos de mercado.
Medición del impacto: indicadores de éxito del marketing gastronómico
La efectividad de las estrategias de marketing gastronómico en la Costa del Sol se puede medir a través de diversos indicadores cuantitativos y cualitativos que demuestran el retorno de la inversión realizada.
El aumento del turismo gastronómico es uno de los indicadores más relevantes. Los datos de 2024 muestran un incremento del 28 por ciento en turistas que visitan España motivados específicamente por su gastronomía en comparación con 2019. La Costa del Sol ha captado una porción significativa de este crecimiento.
El gasto medio por turista ha crecido un 16,1 por ciento en comparación con 2023, reflejando una tendencia hacia un turismo de mayor poder adquisitivo. Este incremento beneficia especialmente a la gastronomía, ya que los visitantes de alto valor destinan un porcentaje significativo de su presupuesto a experiencias culinarias de calidad.
La proliferación de estrellas Michelin representa otro indicador de éxito. En pocos años, la provincia de Málaga ha pasado de tener una presencia testimonial en la Guía Michelin a contar con nueve restaurantes estrellados, con dos establecimientos luciendo dos estrellas. Este crecimiento no es casual: refleja la madurez del ecosistema gastronómico y la efectividad de las estrategias de promoción.
La visibilidad mediática constituye un indicador cualitativo fundamental. Las apariciones en medios especializados nacionales e internacionales, los reportajes en programas de televisión gastronómicos y las menciones en guías de viajes y plataformas digitales multiplican el alcance de las campañas promocionales sin coste adicional.
El reconocimiento de Málaga como sede de la Gala de la Guía Michelin 2026 representa un hito histórico que valida el posicionamiento de la ciudad y su entorno como destino gastronómico de primer nivel. Este evento generará una visibilidad extraordinaria y consolidará definitivamente la marca gastronómica de la Costa del Sol.
La desestacionalización del turismo es otro indicador relevante. El turismo fuera de temporada alta muestra crecimientos superiores a la media, lo que demuestra que la gastronomía, a diferencia del turismo de sol y playa, funciona como atractivo durante todo el año. Esta capacidad desestacionalizadora resulta fundamental para la sostenibilidad económica del sector.
Desafíos y oportunidades futuras
A pesar de los éxitos evidentes, el marketing gastronómico en la Costa del Sol enfrenta desafíos significativos que requerirán estrategias adaptativas y visión a largo plazo.
La competencia entre destinos gastronómicos se intensifica constantemente. Otras regiones españolas e internacionales desarrollan sus propias estrategias de marketing gastronómico, lo que obliga a la Costa del Sol a innovar continuamente para mantener su diferenciación competitiva.
La formación y retención de talento en el sector hostelero constituye un reto estructural. Los restaurantes de alta gama requieren profesionales altamente cualificados cuya formación exige inversiones significativas de tiempo y recursos. La competencia por este talento es feroz, y resulta fundamental desarrollar programas formativos atractivos que retengan a los mejores profesionales en la región.
La sostenibilidad de la oferta gastronómica frente al crecimiento turístico plantea dilemas complejos. El éxito puede generar presión sobre recursos locales, inflación de precios y pérdida de autenticidad. Gestionar este crecimiento para que resulte sostenible a largo plazo requiere planificación estratégica y colaboración entre sector público y privado.
La digitalización continua representa tanto un desafío como una oportunidad. Las tecnologías emergentes como la realidad aumentada, la inteligencia artificial para personalización de experiencias y los sistemas de reservas basados en blockchain ofrecen posibilidades innovadoras que pueden diferenciar a la Costa del Sol de otros destinos competidores.
La adaptación a las preferencias cambiantes de los consumidores exige flexibilidad estratégica. Las tendencias hacia dietas plant-based, opciones funcionales para el bienestar y experiencias gastronómicas personalizadas requieren que la oferta evolucione constantemente sin perder su esencia diferenciadora.
La colaboración público-privada emerge como factor crítico de éxito. Las estrategias más efectivas son aquellas en las que instituciones como Turismo Costa del Sol, Diputación de Málaga y Ayuntamientos trabajan coordinadamente con asociaciones empresariales, restaurantes, productores locales y otros actores del ecosistema gastronómico.
Conclusión: un modelo replicable de éxito
El auge del marketing gastronómico en la Costa del Sol representa mucho más que una campaña promocional: constituye una transformación integral del modelo turístico regional que puede servir como referencia para otros destinos que aspiren a diversificar su oferta y captar segmentos de mayor valor.
Los factores de éxito identificados incluyen el compromiso institucional a largo plazo, la colaboración entre actores públicos y privados, la apuesta por la calidad y la excelencia culinaria, la puesta en valor de productos autóctonos, el storytelling emocional, la incorporación de chefs como embajadores del destino y el uso estratégico de tecnologías digitales.
La Costa del Sol ha demostrado que un destino tradicionalmente asociado con el turismo de sol y playa puede reinventarse como referente gastronómico sin abandonar su identidad original. La gastronomía no sustituye a otros atractivos: los complementa, enriquece y multiplica, creando sinergias que benefician a todo el ecosistema turístico.
El reconocimiento internacional mediante estrellas Michelin, el aumento sostenido del turismo gastronómico, el crecimiento del gasto medio por turista y la capacidad de desestacionalización demuestran la efectividad de las estrategias implementadas. Los resultados económicos validan la visión de quienes apostaron por convertir la gastronomía en pilar fundamental del desarrollo turístico regional.
El futuro del marketing gastronómico en la Costa del Sol se presenta prometedor. La consolidación de la oferta existente, la incorporación de nuevos talentos culinarios, la innovación continua en formatos de experiencias gastronómicas y el refuerzo del compromiso con la sostenibilidad garantizan que el destino mantendrá su posición de liderazgo en el panorama gastronómico nacional e internacional.
Para los profesionales del sector turístico, inversores y entidades públicas que trabajan en el desarrollo de destinos, el caso de la Costa del Sol ofrece lecciones valiosas. Demuestra que las estrategias de marketing gastronómico, cuando se implementan de manera integral, consistente y a largo plazo, generan retornos significativos no solo económicos, sino también en términos de prestigio, posicionamiento y sostenibilidad del modelo turístico.
El auge del marketing gastronómico en la Costa del Sol no es un fenómeno coyuntural ni resultado del azar: es el fruto de una apuesta estratégica valiente, ejecutada con profesionalidad y visión de futuro. Un modelo que, sin duda, continuará evolucionando y consolidándose en los próximos años, situando a la región malagueña en el lugar que le corresponde: entre los grandes destinos gastronómicos del mundo.